¿por qué en nuestra vida cotidiana, cuando algo de los demás nos irrita, nos duele… ponemos el foco en...
Procesos y herramientas para sanar conflictos emocionales en niños
Hay veces que nuestros niños entran en estados emocionales intensos y no sabemos claramente qué debemos hacer en esos casos. En esta página detallamos los pasos a seguir en esos momentos y las herramientas que puedes incorporar como hábitos preventivos en la vida de los niños, para ir borrando patrones emocionales no deseados. Generar estos hábitos de higiene emocional es fundamental, teniendo en cuenta que no basta con procurar un ambiente equilibrado a los niños, ya que en todos nosotros ya existen programas heredados de nuestros antepasado, de los que no somos conscientes, y que se pueden activar en cualquier momento por sorpresa. Por tanto, es imprescindible que los propios niños aprendan a convivir sin malestar con sus emociones, porque sabrán que no son permanentes y solo durarán lo que tarden ellos en liberarlas. Un camino eficaz para el desarrollo de una sólida autoestima.
Proceso a seguir para momentos de emociones intensas:
- Cuando el niño está disgustado, conecta primero emocionalmente. Reconoce su estado y su derecho a estar en él, incluso si es aparentemente “peligroso”, como por ejemplo: "quiero matar a Juan" (en cuanto libere su emoción de rabia no lo querrá hacer
). Hará que no se sienta juzgado y no se bloquee. -
Ayúdale a soltar las emociones haciéndole consciente de su estado físico e instándole a respirar hondo o mover el cuerpo.
- Una vez haya recuperado el control y se muestre más receptivo, ayuda al niño a contar la historia de lo que le ha alterado, liberando cada una de las emociones que surjan. Tienes diversas opciones incluso cuando un niño es reacio a contar un acontecimiento doloroso:
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La película: imaginar lo ocurrido en una pantalla y disponer de un "mando a distancia" le permite interrumpir, rebobinar y hacer avanzar una historia mientras la cuenta, y así puede controlar cuanto ve. Hay que aplicar la relajación en cada instante emocional que se produzca.
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Dibujar el problema y cambiar el dibujo a algo divertido.
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Contar un cuento sobre el problema añadiendo algún ejercicio de relajación que aplicar cada vez que los personajes se encuentren mal.
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Herramientas de trabajo con conflictos emocionales:
En lugar de ser un obstáculo que debe evitarse, considera el conflicto una oportunidad de enseñar a los niños aptitudes esenciales para hacerse conscientes de su estado y cambiarlo, de modo que sean capaces de relacionarse viendo las cosas desde la perspectiva de los demás e interpretando sus señales no verbales.
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Ayuda a los niños a ejercitar la memoria ofreciéndoles muchas oportunidades de practicar el recuerdo y liberación de acontecimientos importantes empleando las herramientas de liberación.
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Juega a juegos del tipo «¿Qué harías si…?» para hacer conscientes diferentes opciones y sus consecuencias. Para hacer conscientes las respuestas emocionales y liberarlas cambia el juego a «¿Qué es lo peor que puede pasar si…?»
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Cuando los niños se quedan atascados emocionalmente ayúdales a liberarse:
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Recordándoles que los sentimientos vienen y se van; son estados pasajeros, no rasgos duraderos.
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Lleva la atención a las sensaciones, las imágenes, los sentimientos y los pensamientos que hay en su interior.
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Referencia: El cerebro infantil pleno - Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson
