Mi nombre es Fernando y entre otras cosas actualmente soy profesor universitario. Mi camino en el recorrido del crecimiento personal comenzó hace ya muchos años, movido supongo por algún impulso interior hacia un mayor bienestar físico, emocional, psicológico de un lado y hacia una mayor comprensión de mí mismo y de la vida y el universo, por otro. Así, fui experimentando en campos como el yoga, el chikung, la meditación o las enseñanzas de los indios norteamericanos, entre otros, y en un segundo momento, cuando mis conflictos y los patrones que los sostenían se iban haciendo más evidentes, con terapias como el reiki, la anatheoresis o la psicología energética. De entre todos esos campos el que más me llenó fue la biodanza, lo que me llevó a terminar formándome y ejercer actualmente como facilitador de este sistema.

En otro momento de mi vida, a raíz del nacimiento de mi hija y el consiguiente terremoto interior que sufrí, apareció Libertad Emocional, una herramienta que me acompaña desde entonces y me ha resultado de enorme utilidad para continuar liberando los patrones interiores que me limitan y me generan sufrimiento. Gracias a Libertad Emocional he conseguido limar patrones que están muy profundos dentro de mí. Esto me ha llevado a formarme también en este sistema para profundizar en su conocimiento, en su autoaplicación sobre mis cosas y también para poder acercarla a otras personas que quieran liberarse de esos patrones emocionales. Como me ocurrió con la Biodanza, en Libertad Emocional he encontrado un sistema sencillo y a la vez de gran acción en profundidad para mejorar el bienestar de las personas, y con una sólida base científica, lo cual para mí como académico también era importante. Y además, una de las cosas que más me gusta de Libertad Emocional es ser un sistema abierto, accesible para todo el mundo y de fácil autoaplicación.