Las entidades que dominan la ciencia oficial han convertido la absurda teoría de la evolución darwiniana en el dogma que se exporta a todo ámbito del Universo. Todo es lucha por la supervivencia y adaptación antes del exterminio, ya sea en biología, economía o, incluso, astrofísica. Pero, poco a poco, las evidencias de que la descripción darwinista de la realidad hace aguas, lleva a que se intente salvaguardar esa visión psicopática del mundo a través de "sutiles modificaciones" en sus bases, que se venden como si fuesen grandes novedades descubiertas hace muy poco tiempo. Por ejemplo, en el artículo qu te traemos un equipo interdisciplinar de científicos propone una nueva "ley perdida de la naturaleza", afirmando que los sistemas naturales complejos evolucionan hacia estados de mayor estructura, diversidad y complejidad, sin limitarse a la vida, sino que también ocurre en sistemas como planetas, estrellas, átomos y minerales.

¡Oh, sorpresa!

En la conferencia: Del Caos surgió el Cosmos, impartida por Paco en el 2019, se citan una serie de autores del sigo XX, entre ellos el premio Nobel de 1977, Ilya Priggogine, que defendían que los sistemas complejos que absorben energía del entorno (la abrumadora mayoría de los que forman el Universo) tienen comportamientos que no se ajustan a las "leyes" de la Termodinámica del equilibrio, ni a la evolución darwinista. Independientemente de si son inorgánicos o vivos, estos sistemas complejos se reordenan, generando innumerables configuraciones, estabilizándose solos en las que funcionan mejor. Es decir, la Vida se genera a sí misma.

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Artículo original en carnegiescience.edu

Un nuevo trabajo de un equipo interdisciplinar dirigido por Michael Wong y Robert Hazen, de Carnegie, explora la idea de la complejidad creciente en los sistemas naturales a través de la lente de la evolución. Su trabajo, publicado por Proceedings of the National Academy of Sciences, plantea la hipótesis de la existencia de "una ley perdida de la naturaleza".

Su trabajo propone que los sistemas naturales complejos evolucionan hacia estados de mayor estructura, diversidad y complejidad. En otras palabras, afirman que la evolución no se limita a la vida en la Tierra, sino que también ocurre en otros sistemas masivamente complejos, desde planetas y estrellas hasta átomos, minerales y más. Las leyes "macroscópicas" de la naturaleza describen y explican fenómenos experimentados a diario en el mundo natural. Las leyes naturales relacionadas con las fuerzas y el movimiento, la gravedad, el electromagnetismo y la energía, por ejemplo, se describieron hace más de 150 años. La nueva obra presenta una adición moderna: una ley macroscópica propuesta que reconoce la evolución como un rasgo común de los sistemas complejos del mundo natural, que se caracterizan de la siguiente manera:

• Están formados por muchos componentes diferentes, como átomos, moléculas o células, que pueden disponerse y reordenarse repetidamente.
• Están sujetos a procesos naturales que hacen que se formen innumerables disposiciones diferentes.
• Sólo una pequeña fracción de todas estas configuraciones sobrevive en un proceso llamado "selección para la función".
• Independientemente de si el sistema es vivo o no, cuando una nueva configuración funciona bien y la función mejora, se produce la evolución, dicen los autores, añadiendo que el sistema evolucionará "si muchas configuraciones diferentes del sistema se someten a la selección para una o más funciones."

"Un componente importante de esta ley natural propuesta es la idea de 'selección por función'", afirma Wong, primer autor. En el caso de la biología, Darwin equiparaba la función principalmente con la supervivencia: la capacidad de vivir lo suficiente para producir descendencia fértil. El nuevo estudio amplía esa perspectiva y señala que en la naturaleza se dan al menos tres tipos de función.

• La función más básica es la estabilidad: las disposiciones estables de átomos o moléculas son "seleccionadas" para continuar.
• La segunda es que los sistemas dinámicos con suministro continuo de energía también son elegidos para persistir.
• La tercera función, y la más interesante, es la "novedad", es decir, la tendencia de los sistemas en evolución a explorar nuevas configuraciones que a veces dan lugar a comportamientos o características sorprendentes.

La historia evolutiva de la vida es rica en novedades

La fotosíntesis evolucionó cuando las células individuales aprendieron a aprovechar la energía luminosa, la vida multicelular evolucionó cuando las células aprendieron a cooperar y las especies evolucionaron gracias a nuevos comportamientos ventajosos como nadar, caminar, volar y pensar.

El mismo tipo de evolución se da en el reino mineral. Los primeros minerales representan disposiciones de átomos especialmente estables. Esos minerales primigenios sentaron las bases de las siguientes generaciones de minerales, que participaron en los orígenes de la vida. La evolución de la vida y la de los minerales están entrelazadas, ya que la vida utiliza los minerales para sus caparazones, dientes y huesos. De hecho, los minerales de la Tierra, que empezaron con unos 20 en los albores de nuestro Sistema Solar, son hoy casi 6.000 gracias a procesos físicos, químicos y, en última instancia, biológicos cada vez más complejos a lo largo de 4.500 millones de años.

En el caso de las estrellas, el artículo señala que sólo dos elementos principales -hidrógeno y helio- formaron las primeras estrellas poco después del big bang. Estas primeras estrellas utilizaron el hidrógeno y el helio para producir unos 20 elementos químicos más pesados. Y la siguiente generación de estrellas se basó en esa diversidad para producir casi 100 elementos más.

Entre otras muchas implicaciones, el artículo hace avanzar la comprensión de la vida en el contexto de otros sistemas complejos en evolución. La vida comparte ciertas equivalencias conceptuales con otros sistemas evolutivos complejos, pero los autores abren una futura vía de investigación: ¿hay algo distinto en la forma en que la vida procesa la información sobre la funcionalidad?

"Charles Darwin articuló elocuentemente el modo en que las plantas y los animales evolucionan por selección natural, con muchas variaciones y rasgos de individuos y muchas configuraciones diferentes", dijo Hazen, líder de investigación en este campo desde hace mucho tiempo. "Sostenemos que la teoría darwiniana es sólo un caso muy especial y muy importante dentro de un fenómeno natural mucho más amplio". La noción de que la selección por función impulsa la evolución se aplica igualmente a estrellas, átomos, minerales y muchas otras situaciones conceptualmente equivalentes en las que muchas configuraciones están sometidas a presión selectiva". Los propios coautores representan una configuración multidisciplinar única: tres filósofos de la ciencia, dos astrobiólogos, un científico de datos, un mineralogista y un físico teórico.

Wong añade: "En este nuevo artículo, consideramos la evolución en su sentido más amplio -cambio a lo largo del tiempo-, que engloba la evolución darwiniana y la evolución de los seres vivos".